jueves, 31 de julio de 2008
Vacaciones, islas, filatelia y enigmas
Si no se sienten cómodos en donde viven, sepan que en más de cien islas cuelga en la actualidad el cartel de "se vende". El sueño de comprar una isla no es tan estrambótico como pudiera parecer. Existen miles que están en manos privadas y que de vez en cuando saltan al mercado internacional. Se pueden escoger islas desde 6.000 dólares USA que cuesta un pequeño islote en Nueva Escocia (Canadá), hasta los 70 millones de dólares por un archipiélago de quince islas en Suecia. El Caribe, La Polinesia Francesa y las Seychelles son los lugares con mayor demanda. ¡Ah! y no crean que van a sentarse en el suelo, al amparo de una palmera reseca; algunas islas cuentan con lujosas mansiones rodeadas de frondosa vegetación, e incluso hoteles con embarcadero incluido.
Tenía que reunirme con unos amigos para planificar unas vacaciones en Ibiza. Se trataba de elegir entre un hotel y un apartamento. Se me ocurrió bromear con la idea que les he expuesto en el párrafo anterior, aparentando seriedad y aportando datos ciertos:
-¿Y por qué no compramos una isla?
-¿Qué has fumado? Deberías cambiar de proveedor.
-Parece que en Ibiza está en venta la isla de Tagomago. Piden 5 millones de dólares. Un poco cara por 90 hectáreas, si bien su situación es privilegiada. Habría que hacer unas pequeñas reformas. Casi todo el perímetro es un acantilado sin playas. Colocaremos escaleras y encargaremos a los japoneses playas artificiales. Convertiremos el faro en una cómoda vivienda o en un pequeño hotel. Por supuesto habrá que ir eliminando esas desagradables lagartijas, pero discretamente, que son fauna protegida.
-¿Y bien? ¿Cómo crees que podremos pagar la isla?
-Para empezar, emitiendo sellos y monedas que se venderán en el mundo entero. Puedo conseguir las señas de los agentes filatélicos que en 1.968 lograron la independencia postal de Barbuda sin dejar de pertenecer a Antigua. La primera emisión recordará a las lagartijas de Tagomago, felizmente extinguidas al igual que el dodo de la islas Mauricio.
-Pero Barbuda, junto con Antigua y Redonda forman un estado. Ninguna de estas islas es privada. Dinos si en una isla privada alguna vez alguien se atrevió a emitir sellos y monedas.
-Efectivamente. En la isla de Lundy, a 18 km. De Devon (Inglaterra). Uno de sus dueños, Martin Coles Harman, no solo mandó fabricar sellos y monedas, sino que además se proclamó rey de Lundy, gobernando la isla desde 1.925 a 1.954. Mantenía abierto el pub Marisco Tavern las 24 horas del día, para alegría y disfrute de los numerosos visitantes; un tanto arriesgados si tenemos en cuenta que las costas de Lundy son peligrosas para los navegantes, incluso sobrios. Podríamos discutir si puede considerársele un rey auténtico, pero vivíó como tal.
Tenía que reunirme con unos amigos para planificar unas vacaciones en Ibiza. Se trataba de elegir entre un hotel y un apartamento. Se me ocurrió bromear con la idea que les he expuesto en el párrafo anterior, aparentando seriedad y aportando datos ciertos:
-¿Y por qué no compramos una isla?
-¿Qué has fumado? Deberías cambiar de proveedor.
-Parece que en Ibiza está en venta la isla de Tagomago. Piden 5 millones de dólares. Un poco cara por 90 hectáreas, si bien su situación es privilegiada. Habría que hacer unas pequeñas reformas. Casi todo el perímetro es un acantilado sin playas. Colocaremos escaleras y encargaremos a los japoneses playas artificiales. Convertiremos el faro en una cómoda vivienda o en un pequeño hotel. Por supuesto habrá que ir eliminando esas desagradables lagartijas, pero discretamente, que son fauna protegida.
-¿Y bien? ¿Cómo crees que podremos pagar la isla?
-Para empezar, emitiendo sellos y monedas que se venderán en el mundo entero. Puedo conseguir las señas de los agentes filatélicos que en 1.968 lograron la independencia postal de Barbuda sin dejar de pertenecer a Antigua. La primera emisión recordará a las lagartijas de Tagomago, felizmente extinguidas al igual que el dodo de la islas Mauricio.
-Pero Barbuda, junto con Antigua y Redonda forman un estado. Ninguna de estas islas es privada. Dinos si en una isla privada alguna vez alguien se atrevió a emitir sellos y monedas.
-Efectivamente. En la isla de Lundy, a 18 km. De Devon (Inglaterra). Uno de sus dueños, Martin Coles Harman, no solo mandó fabricar sellos y monedas, sino que además se proclamó rey de Lundy, gobernando la isla desde 1.925 a 1.954. Mantenía abierto el pub Marisco Tavern las 24 horas del día, para alegría y disfrute de los numerosos visitantes; un tanto arriesgados si tenemos en cuenta que las costas de Lundy son peligrosas para los navegantes, incluso sobrios. Podríamos discutir si puede considerársele un rey auténtico, pero vivíó como tal.
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