miércoles, 30 de abril de 2008
martes, 29 de abril de 2008
lunes, 28 de abril de 2008
domingo, 27 de abril de 2008
sábado, 26 de abril de 2008
viernes, 25 de abril de 2008
jueves, 24 de abril de 2008
miércoles, 23 de abril de 2008
Llueven gatos y perros
Tres señoras realmente gruesas cruzaban la Plaza de Cataluña debajo de un paraguas de tamaño normal sin utilizar los pasadizos inferiores. ¿Cómo es posible que ni ellas ni sus prendas de vestir se mojaran?
martes, 22 de abril de 2008
¿Quién irá?
lunes, 21 de abril de 2008
Jeroglíficos con enunciados inconcretos
Pocos jeroglíficos veo en la actualidad en periódicos y revistas. No obstante, he observado que hay una cierta tendencia a que los jeroglíficos tengan un enunciado poco claro. Concedamos que tal característica, en principio antipática, añade al encanto del jeroglífico mismo la gracia de una adivinanza y evita enunciados que a veces son pistas descaradas.
domingo, 20 de abril de 2008
jueves, 17 de abril de 2008
En espera de solución
miércoles, 16 de abril de 2008
martes, 15 de abril de 2008
lunes, 14 de abril de 2008
Jeroglífico
sábado, 12 de abril de 2008
El proceso irrealizado
Tras un brillante aprendizaje en la escuela gratuita de dibujo de Ruán, el joven Jean-Jacques Lequeu buscó fortuna en París, pero los disturbios de la Revolución Francesa lo dejaron sin empleo. Arrinconando sus esperanzas en lo que hoy llamaríamos una carrera liberal pudo considerarse afortunado al encontrar un puesto de dibujante en los servicios de obras públicas de la Escuela Politécnica y, por fin, en las oficinas del Catastro, en donde concluye su actividad de funcionario subalterno. Los años siguientes corresponden a los de un retiro no exento de dificultades, un tanto deprimente: Los fracasos para ocupar un puesto en los Salones y vender sus obras, la ausencia de encargos... en suma, una existencia anodina.
Pero Lequeu nunca dejó de dibujar nuevos proyectos de arquitectura civil, motivado por su imaginación fecunda, tenaz, obsesiva, capaz de concebir sin esfuerzo las visiones más grandiosas y extrañas. Su estilo tal vez sea un intento de revalorización del neoclásico, al que algunos esquemas habían estereotipado antaño. Una obra gráfica de las más peculiares en cuanto a la metafísica de la figuración. Un minucioso ejercicio de ilusoria diversidad de motivos, cuya finalidad sigue siendo hoy enigmática en muchos aspectos.
Todo un mundo onírico que jamás se hizo realidad, salvo en el papel. Proyectos de algo que nunca fue. Sólo en sueños podremos subir a la cúspide de sus gigantescos monumentos, otear desde alguna ventana esos paisajes misteriosos de ningún lugar o entrar en sus mansiones encantadas, a la búsqueda de una cotidianidad menos rutinaria.
viernes, 11 de abril de 2008
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